Juan Pimentel
Recibimos buenas noticias sobre la solvencia a largo plazo de las prestaciones del Seguro Social.

Según el análisis recién publicado, el fondo fiduciario del Seguro de Vejez y Sobrevivientes del Seguro Social (OASI) seguirá siendo solvente un año más de lo que se pensaba. Este es el fondo fiduciario con el que se pagan los beneficios del Seguro Social.
Este análisis, a su vez, sugiere que algunos de los peores escenarios de pesadilla no están llegando a transmitir cómo la pandemia de COVID-19 afectaría al Seguro Social.
Este nuevo análisis fue elaborado por la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), la agencia no partidista que analiza el impacto presupuestario de varias propuestas legislativas. Para poner sus hallazgos en contexto, es útil recordar que todos los años la oficina del actuario jefe del Seguro Social actualiza su evaluación de la solvencia del fondo fiduciario OASI.
Entonces, el análisis CBO puede ser nuestra mejor alternativa. En el informe del año pasado, la CBO estimó que el fondo fiduciario de OASI se agotaría para 2031. Según su nuevo análisis, esa fecha de agotamiento es ahora un año después, en 2032.
Independientemente de si la fecha de agotamiento es 2031 o 2032, todavía significa que el Seguro Social se quedará sin dinero en aproximadamente una década. Puede que te resulte difícil ponerle lápiz labial a este cerdo.
Casi todos los observadores del Congreso admiten que lo más probable es que el Congreso espere hasta el último minuto para apuntalar las finanzas del fondo fiduciario. Eso es lo que sucedió en 1983, cuando el Congreso finalmente hizo los cambios necesarios hasta solo un par de meses antes de que el fondo se quedara sin dinero.
Además, vale la pena recordar que, incluso si el fondo fiduciario se agota, los beneficiarios del Seguro Social seguirán recibiendo la mayor parte de los beneficios a los que de otro modo tendrían derecho. Por ejemplo, la CBO proyecta que en 2033, el primer año en el que se agotaría el fondo fiduciario de OASI, los beneficiarios seguirían recibiendo el 72% de sus beneficios.
Mientras tanto, hay algo productivo que podemos hacer: contactar a sus representantes políticos e instarlos a que aborden las finanzas del Seguro Social lo antes posible. Eso se debe a que, cuanto más se demore el Congreso en apuntalar el fondo fiduciario del Seguro Social, más difícil será.